Entre otros acontecimientos históricos de hace quinientos años, el quinto centenario de la primera vuelta al mundo tiene sus ventajas: contamos con tres años para rememorarlo y reflexionar sobre ello. Cuando hablamos de un centenario o aniversario de un suceso histórico, antropológico, etnográfico, sociológico... ¿qué es lo que debemos examinar, el suceso en sí o su percepción actual?
Habría que reflexionar previamente sobre el propio concepto de centenario; pues en las sociedades “tradicionales” la historia lineal apenas tiene importancia. La sociedad contemporánea se caracteriza por dar importancia a la historia. Poniendo la vuelta al mundo sobre la mesa, 1619, 1719 y 1819 no son especialmente recordados. Pero en 1919 aprobaron un programa para la celebración de la hazaña a nivel institucional. Aunque después, la Diputación de Gipuzkoa y el Ministerio de Madrid no llegaron a un acuerdo sobre quién debía pagar qué.
¿He dicho “celebración”? He aquí una frase aparentemente neutra de los medios actuales: “Celebración del quinto centenario de la vuelta al mundo de Elcano”. Analicemos la frase por partes:
Los protagonistas:
¿Elcano, o Magallanes y Elcano?¿O el inglés Drake? En Portugal Elcano no cuenta, aunque en España y Euskal Herria (¿también Iparralde?) se priorice "lo de casa”. Los ingleses, franceses y otros muchos toman como la primera vuelta la de Drake, aunque fuese la segunda, por realizarla entera el mismo capitán. “Aquí” dicho argumento escandaliza a más de uno, tomándolo con un intento chovinista de robar el honor de ser el primero. Así nos planteamos si es más importante el suceso en sí o el honor de los autores, que fue de ellos, y no de los vascos, españoles o portugueses de hoy en día.
¿Y el resto de los protagonistas?¿Son solo los 18 que llegaron a Sanlúcar y Sevilla en 1522, o también los 13 apresados en Cabo Verde?¿Todos los embarcados en 1519?¿Dónde quedan los que tuvieron relación con ellos -no siempre buena- cuando nombramos una -o dos- personas?
Vuelta al mundo:
Habiendo consenso académico generalizado, incluso admitiendo la pareja Magallanes-Elcano, ¿quién debe celebrarlo? ¿Portugal, España, Euskal Herria, Europa, el mundo?¿Los estados, los países? Por entonces Euskal Herria y Filipinas no eran estados. Ahora Filipinas lo es. España no era estado, sino el reino de Castilla. ¿Marginamos pues a las comunidades autónomas españolas que formaban la Corona de Aragón? Y si los juntamos, ¿la Corona de Aragón era el departamento actual de Pyrénées-Orientales? ¿Y la Cuba de hoy, Castilla? ¿Y Gibraltar? En este mundo global y globalizado, ¿han de ser los estados el criterio a seguir? ¿Por qué?
¿Sobre quién recae la responsabilidad de la celebración?¿Quién puede/debe organizarlo? En un mundo globalizado en el que prima el neoliberalismo, entrando en juego capital privado como sponsor, ¿quién tomaría las principales resoluciones y en base a qué criterio?
Quinto centenario o 500 aniversario:
Apenas hay margen de disputa, cronológicamente no hay dudas (con permiso de Drake). Dejando de lado todos los calendarios chinos, ortodoxos o lunares, los años siempre se cumplen. Empezaría este año y duraría hasta 2022. No habría problema, aunque...
¿En Filipinas les interesa cuándo salió y llegó? Su quinto es en 2021, celebrando la victoria de Mactán... y la muerte de Magallanes. Toda victoria tiene perdedores, aunque los donostiarras han demostrado que un fatídico 31 de agosto puede convertirse en alegre día festivo. Volviendo a Filipinas: el estado multiétnico que debe su nombre a un rey español rendiría honor y gloria al comandante musulmán que abatió a Magallanes, pese a ser hoy en su mayoría cristianos y tener a menudo relaciones violentas con los musulmanes.
Y, ¿"aquí" (concepto muy estrecho o muy amplio) tenemos algo que celebrar en 2020 o 2021?¿Por qué celebrar el medio milenio de la vuelta al mundo? Sí, cambió el concepto del mundo. Fue una constatación empírica, el resultado lógico de lo acontecido 30 años antes. No olvidemos que el hito histórico para la humanidad fue encontrar América -Indias Occidentales-, ya que la intención era llegar a las antípodas cruzando el mar occidental y no rodeando África.
Por lo tanto, ¿celebramos la vuelta al mundo por ser un suceso global?¿No lo hacemos acaso por ser Elcano de Getaria? Si hubiese sido Drake u otro inglés/holandés, ¿también lo celebraríamos igual? En 1521, hirieron a Ignacio de Loyola cuando luchaba por Castilla en Navarra. Así se inició su gran obra, pues la Compañía de Jesús es la orden religiosa más extendida en el mundo. Fue en la Conquista de Navarra, y el catolicismo ya no es hegemónico. ¿Por qué celebrarlo?
Celebrar: he ahí la clave.
¿Celebrar? La sociedad vasca es muy crítica, consigo misma y con los demás, con el presente y el pasado cercano, y también con un pasado más lejano, al contrario que hace 100 o 50 años.
Crítica, y no necesariamente autocrítica: Al decir “consigo misma”, ha de entenderse que a veces se divide en dos, tres o más, incluso en temas aparentemente lejanos, ya que en ellos proyectamos filias y fobias, prejuicios y percepciones. Elcano también ha sido criticado al hilo del centenario: que era militar, imperialista (siendo vasco, ad maioren Hispaniae gloriam)… Aunque fuese cierto, ¿eso le resta importancia al suceso acontecido hace 500 años?
Una cosa es no compartir los criterios de entonces; y otra, reprobar lo que no coincide con los de ahora. O no: ahí está el debate.
Si queremos establecer un hito en el cambio de percepción para entender la historia, yo pondría 1992, con la campaña Me cago en el V. Centenario. Entonces, el cantante panameño Ruben Blades decía así en su disco: “no celebrando, conmemorando”. Nos guste o no, no podemos negar que el mundo cambió definitivamente.
Además de rememorar, el objetivo puede ser reflexionar: ¿seremos capaces en los próximos tres años de reflexionar sobre todo eso y más?