Imaginación y escala ¿Elkanizar la redondeza del mundo?

Julieta Gaztañaga, Dra. en Antropología. Universidad de Buenos Aires. CONICET
30 DIC, 2021

De una u otra forma, pareciera que 1522 funciona a la manera de un portal: en adelante, nada sería como era antes. ¿Opera ese portal como una transformación para una nueva escala de imaginación planetaria? ¿Cuál es el papel de la imaginación en la historia que nos han contado y que seguimos contando al respecto?

Hace 500 años, Juan Sebastián Elkano, un navegante de Getaria, circunnavegó por primera vez el globo. O mejor dicho (y honrando sus palabras): performó “la redondeza del mundo”. Las reflexiones en torno de esta hazaña tienen infinitos matices y abren una miríada de interrogantes. Hay también diferentes caminos para indagar sobre las relaciones entre ese evento de mundialización temprana y los desafíos actuales de la globalización. Quizás una arista importante de esta reflexión sea la cuestión de la escala que acompañó y acompaña a sus efectos, debido a que esa empresa afectó de manera decisiva a ámbitos tan diversos como las cartografías y la geopolítica, las instituciones y configuraciones socioeconómicas, las prácticas culinarias y alimenticias, las dimensiones estéticas y sensuales de las expresiones culturales, las creencias religiosas y las seguridades ontológicas de las cosmovisiones europeas, cosmopolitas, locales e imperiales. 

De una u otra forma, pareciera que 1522 funciona a la manera de un portal: en adelante, nada sería como era antes. ¿Pero qué hay de la curiosidad, intelectual y práctica, inscripta en las narrativas emanadas directa e indirectamente de la circunnavegación? ¿Opera ese portal como una transformación para una nueva escala de imaginación planetaria? ¿Cuál es el estatus de la razonabilidad y la fantasía que acompaña a las maneras en que nos representamos estos hitos cruciales de la configuración actual del mundo? ¿Cuál es el papel de la imaginación en la historia que nos han contado y que seguimos contando al respecto?

Son demasiadas preguntas. Un buen punto de partida para abordarlas es reflexionar sobre aquello que hacen las historias que nos contamos. Pues los relatos no solamente relatan, sino que, ante todo, hacen cosas: construyen y moldean realidades y sus valoraciones. También nosotras hacemos cosas al contar las historias. Relatar las peripecias, el asombro, la alegría, el heroísmo, el miedo, la épica y el horror son formas de producir cosas. No relatar ciertos eventos, matizar algunas de sus dimensiones, recurrir a eufemismos y seleccionar algunas metáforas por sobre otras, también. Esto se debe a que la elección (más o menos consciente) en torno a las cosas que nos cuentan y nos contamos siempre tiene una condición y un efecto práctico; surgen del movimiento pragmático del lenguaje sobre el mundo donde decir es hacer. Pero, asimismo, las historias que nos contamos siempre terminan definiendo nuestro sentido de posibilidad. En este sentido, quiero referirme al rol de la imaginación en general y al de la imaginación de la escala en particular que impregna nuestra apreciaciones y evaluaciones sobre la circunnavegación que tiene a Elkano como protagonista. 

Los relatos no solamente relatan; ante todo, construyen y moldean realidades y sus valoraciones.

Un primer punto, acerca de la imaginación. En la Antigüedad y el medievo, la imaginación era una zona de pasaje entre la realidad y la razón. Las percepciones del mundo material tenían que pasar a través de la imaginación, cargarse emocionalmente en ese proceso, mezclarse con fantasmas, apariciones y seres similares, antes de que la mente racional pudiera comprender sus significados. 

Zoom Carta marina (1538) Por Claus Magnus Jame, Ford Bell Library

Todo esto cambió con el triunfo de la filosofía cartesiana: desde entonces la palabra imaginario empezó a significar lo no real (sirenas, unicornios, amigos imaginarios, etc.). Lo que vino después ya lo conocemos: el iluminismo, la modernidad, sus logros y pesadillas, el desencanto del mundo, el postmodernismo, y todas las preguntas que hoy nos hacemos respecto del antropoceno, el cambio ambiental y la creciente incertidumbre ecológica sobre el futuro de la vida en el planeta. Uno de los efectos más duraderos de que se haya instalado una definición de la imaginación más cercana a lo imaginario es que la razonabilidad humana sólo parece provenir de la razón, mientras que la imaginación no puede ser la base de la realidad. Sin embargo, la circunnavegación que comienza en 1519 y termina en 1522 hubiera sido imposible si la imaginación realmente fuera lo no real. En la época de Elkano las religiosidades populares, variados sincretismos, las leyendas y cuentos que la gente transmitía de boca en boca, etc., nutrían la curiosidad de las empresas individuales y colectivas. Incluso, aunque retratemos a la primera circunnavegación como un viaje movido por un ánimo netamente pragmático y comercial, la imaginación fue un motor clave para que la razonabilidad de ese viaje, inimaginable para tantas personas, haya dado sus frutos.

Gustav Doré 1866, ¡Una Vela! ¡Mira!

 

En segundo lugar está la escala de la imaginación. Elkano es protagonista de un proceso que pivotea en torno de la escala de la imaginación planetaria. Al narrar la primera circunnavegación como un hito en sí mismo, con valía propia, estamos separándolo de otro que ha tendido a englobarlo: la demostración de la existencia del paso a través del estrecho “de Magallanes”. Esta separación es una producción. Es la Elkanización (permítaseme el neologismo) de la redondeza del mundo como un hito local. Como tal, nos permite, por ejemplo, apreciar las diversas maneras en que la circunnavegación transformó la práctica de “descubrir”, basada en la hibridación de las lógicas comerciales y militares, en la de “redescubrir” al mundo. El papel de la imaginación fue tan determinante como el de la técnica, la logística, el financiamiento, la disciplina, la sociabilidad y el heroísmo.

En la época de Elkano las religiosidades populares, variados sincretismos, las leyendas y cuentos que la gente transmitía de boca en boca, etc., nutrían la curiosidad de las empresas individuales y colectivas.

Estampa alegórica de Magallanes, Stradanus, Adriaen Collaert 1580- 1590. Americae retectio

Si unificamos ambos puntos, tenemos que advertir que la construcción de significados a través de la navegación produjo una conciencia planetaria rica, compleja y contradictoria, aunque su imaginario haya sido empobrecido y reducido a dos proyectos totalizadores (la circunnavegación como técnica geopolítica y la cartografía). Desde ya, romper con esta narrativa simplificadora no es algo sencillo, tal como lo demuestra la manera en que la conciencia planetaria siguiente (propia del paradigma de exploración interior) sedimentó y naturalizó el fundamento desigual de la mundialización. Es tentador reconducir el neologismo (Elkanización) en una trama colectiva (Elkar-nización), pero será mejor dejarlo para una nueva oportunidad. Para finalizar quiero subrayar que el hecho de que el papel central de la imaginación haya sido desplazado tiene efectos duraderos. Por ejemplo, hoy tendemos a considerar a nuestro tiempo como una época de transformaciones rápidas. Sin embargo, el primer momento de la globalidad también se caracterizó por la velocidad y puso a prueba la capacidad de adaptarse de sus protagonistas. Del mismo modo, la geografía de la imaginación occidental basada en la separación entre naturaleza y cultura, ha sido un sitio clave para legitimar su expansión. Pero la experiencia de aquellas travesías y sus relatos, más que reforzarla, la hacían tambalear.  

Hoy tendemos a considerar a nuestro tiempo como una época de transformaciones rápidas. Sin embargo, el primer momento de la globalidad también se caracterizó por la velocidad y puso a prueba la capacidad de adaptarse de sus protagonistas.

Un famoso crítico de arte inglés llamó a los narradores “secretarios de la muerte” porque las historias antes de ser narradas ya tienen un final. Sin embargo años más tarde se arrepintió de esa expresión porque daba una idea excesivamente romántica del proceso: los y las narradores están en realidad muy alejadas de la muerte porque miran a la vida como la vida podría contemplarse a sí misma. Mientras que moralistas, políticos y comerciantes suelen desestimar la experiencia porque sólo les importan las acciones y los productos de las mismas, los desheredados, exiliados y los aventureros abrazan la experiencia con ternura y valentía, y nos dan la oportunidad de redimir sus claroscuros del olvido.

 

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Berger John. (2004). Cada vez que decimos adiós. Buenos Aires. Ediciones de la Flor. 
Gaztañaga, Julieta. (2021). Política i imaginació: els reptes del sobiranisme basc actual Una anàlisi antropològica en clau etnogràfica. Revista d’Etnologia de Catalunya, 45: 132-147
Graeber, David. (2012). Revolutions in Reverse: Essays on Politics, Violence, Art, and Imagination. London / New York / Port Watson: Minor Compositions. 
Pratt, M. L. (2011). Ojos Imperiales. Literatura de viajes y transculturación. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Trouillot, Michel-Rolph (2011 [2003]) Transformaciones globales: la antropología y el mundo moderno. Cauca-Bogotá: Universidad del Cauca y CESO-Universidad de los Andes. 
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