¿De qué lado quedan las Molucas? ¿Castellano o Portugués? Para resolverlo los reinos de Castilla y Portugal debían determinar su longitud geográfica, un problema para la época.
Al final del Capítulo anterior comentábamos las dificultades que entrañaba la determinación de la longitud geográfica o en palabras de la época “la altura leste oeste”.
Recordemos que uno de los objetivos de la expedición era demostrar que las “Islas del Maluco” quedaban del lado castellano de la línea de demarcación establecida por el Tratado de Tordesillas. Para ello era necesario determinar la longitud geográfica de las mismas, un problema de difícil solución con los recursos disponibles en la época.
La longitud, un problema sin resolver.
Existe una relación directa entre el tiempo y la longitud, como veremos a continuación.
La Tierra gira a una velocidad constante de 360° por día, (Día solar medio de 24 h) Por lo tanto si pudiéramos conocer al mismo tiempo la hora en el lugar de origen y la hora a bordo, la diferencia entre ambas, pasada a grados a razón de 15° por hora, nos dará la diferencia en longitud (Este u Oeste).
Conocer la hora a bordo era relativamente fácil, sin embargo, el problema, en última instancia, era conocer al mismo tiempo la hora local del punto de origen.
Habría que esperar hasta mediados del siglo XVIII, cuando la invención del cronómetro marino proporcionó un instrumento de suficiente exactitud, para conservar la hora del meridiano inicial sin alteraciones sensibles.
Ante la imposibilidad de trasladar la hora del punto de origen, cosmógrafos y astrónomos, idearon métodos basados en efemérides astronómicas. Diversas tablas y almanaques recogían la hora en que sucedían determinados eventos como eclipses, conjunciones u oposiciones de astros, en un lugar determinado. Al compararla con la hora local en la que ocurría el mismo suceso en otro punto del planeta, se podía deducir la diferencia de tiempo, y en consecuencia, la diferencia en Longitud entre ambos.
Las propuestas de Rui Faleiro
Los métodos para calcular las longitudes tuvieron especial importancia en los preparativos de la expedición Magallanes–Elcano. Encargado de este cometido Iba a ser el “astrólogo” portugués y socio de Magallanes Rui Faleiro. Finalmente se quedó en tierra por enfermedad y fue sustituido por el español Andrés de S.Martín a quien los historiadores Portugueses describen como “aprendido en astronomía”.
Rui Faleiro, había elaborado un conjunto de instrucciones o “Regimento” sobre la medida de la longitud, que llevaron con ellos en la expedición.
El “Regimento de la altura leste oeste” de Faleiro contenía tres métodos “Para saber la longitud, que es altura de Leste Oeste”
Durante la estancia en puerto San Julián, Magallanes consultó a los Pilotos sobre la utilidad de dichos métodos. Los Pilotos respondieron negativamente, mientras que San Martín por su parte, consideró que sólo un método era válido: la longitud por conjunciones u oposiciones de la Luna con el sol o estrellas fijas.
“Regimento da altura leste oeste.” AGI/29//PATRONATO,262,R.3
Las mediciones de longitud por Andrés de San Martín
Andrés de San Martín realizó varias observaciones astronómicas para determinar la longitud geográfica de algunos puntos notables del viaje. Fueron efectuadas desde tierra, con diverso resultado y tomando de referencia el meridiano de Sevilla.
Habiendo fallecido en la emboscada de Cebú el 1 de Mayo de 1521 su Diario pasó a manos portuguesas tras la captura de la nao Trinidad. Desgraciadamente no se ha conservado. Solo conocemos algunos detalles a través de cronistas portugueses (Joao de Barros “Décadas da Asia”).
Sabemos que llegó a realizar hasta cinco observaciones en la costa americana, pero solo conocemos el resultado de dos de ellas. La primera el 17 de Diciembre de 1519 en Rio Janeiro, mediante la conjunción de la Luna con Júpiter, arrojó unos datos incongruentes que el propio San Martin desechó inmediatamente, achacándolo a la imperfección de las Tablas de Zacut y Monteregio.
Merece especial atención la segunda observación del 17 de Abril de 1520 durante la estancia en Pto. San Julián, aprovechando la coyuntura de otro fenómeno astronómico: un eclipse de Sol.
La distancia calculada al meridiano de Sevilla fue de 61º
Siendo la real = 61º 43´
Un resultado asombrosamente exacto para los medios de la época. Se tardaría mucho tiempo en igualar tanta precisión. Algunos investigadores (Laguarda Trías) opinan que el método utilizado pudo ser otro dado que el eclipse no estaba registrado en el Almanaque de Zacut ni en las Efemérides de MonteRegio por no ser visible en Europa.
La verificación de las coordenadas del Maluco
Andrés de San Martin no pudo culminar su objetivo de determinar la longitud de las islas del Maluco, por lo tanto, las longitudes registradas posteriormente en los Diarios de Albo y Pigafetta no pudieron efectuarse por procedimientos astronómicos. Probablemente fueron evaluadas por métodos convencionales de estima (Rumbo y distancia) a partir de las coordenadas de la isla de Suluan, últimas calculadas por San Martin antes de su muerte.
Las longitudes estimadas por Francisco Albo vienen a situarlas dentro de la demarcación portuguesa con unos errores de entre +2º y +6º superiores a los verdaderos.
En cambio las señaladas por Pigafetta favorecían descaradamente las pretensiones de la corona castellana con unos valores que oscilan entre -17º y -29º inferiores a los reales.
El litigio del maluco
El regreso de la Victoria al mando de Elcano, avivó la controversia y desató una enorme actividad entre ambas potencias.
En 1522 se crea en La Coruña la Casa de la Contratación de la Especiería, con objeto de centralizar el comercio de las especias.
En 1524 se celebra la Junta de Badajoz-Elvas para tratar de alcanzar un acuerdo. Tras una serie de reuniones de expertos de ambos países, se finaliza sin llegar a un arreglo.
En 1525 zarpa una potente armada de 7 naves y 450 tripulantes al mando de García Jofré de Loaisa llevando como Piloto Mayor al mismo J. Sebastián Elcano. La expedición resulta un fracaso, tras 15 meses de penalidades, solo llega una de las naves y 105 hombres. En la travesía fallecen los principales jefes, entre ellos, el propio Elcano. Testigo de su testamento figura la firma de un joven que al cabo de los años alcanzaría la fama al establecer la ruta del tornaviaje Manila/Acapulco; Andrés de Urdaneta, otro vasco universal.
Durante ocho años mantuvieron constantes enfrentamientos con los portugueses, ignorantes de que la corona castellana había vendido los derechos sobre las Molucas en el llamado “Tratado de Zaragoza” (1529). Los últimos 24 supervivientes llegaron a Lisboa a mediados de 1536.
"Carta náutica de la India y de las Molucas" Nuño García de Toreno1522. Biblioteca Real de Turín sitúa las islas Molucas dentro del hemisferio hispánico
Por el acuerdo de Zaragoza “España hacia cesión a Portugal de todo derecho, acción, dominio, propiedad, posesión o casi posesión y de todo derecho a navegar, contratar y comerciar en el Maluco por 350.000 ducados de oro (…)”, incluyendo una cláusula de retroventa, por lo que se ha venido en llamar “empeño de Zaragoza”.
El tratado fijaba las esferas de influencia de Portugal y Castilla a 297,5 leguas al este de las Molucas que quedarían bajo jurisdicción lusa, dando así por zanjado el litigio.
Dejando aparte los avatares geoestratégicos de las potencias implicadas, queda claro que una empresa de esta envergadura circunnavegando el globo, surcando océanos inmensos hasta entonces desconocidos, además de un valor, voluntad y coraje extraordinarios, requirió también de una pericia marinera y unos conocimientos náuticos remarcables.
Espero con este modesto trabajo, haber contribuido a su reconocimiento.
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